Ver morir tu seno en mi boca es un placer,
Que desaparezca del horizonte,
Que los ojos se cierren, la boca que gigante se haga,
Para llenarla con tus colinas de perfume y piel
Constelación que veo en tus hombros de diosa,
Constelación que apropio con mi húmeda boca.
Menciono y creo estrellas, las uno y las beso
Las hago existir navegando y besando sus intersticios
Como dulce que se muerde te devoro
apenas si mi dientes lastiman tu pálida usanza
y de ti brota los gritos más secretos
cuando son mis labios los que profanan tus sombras
Tu piel con suculento placer esnifo
es su aroma quien deviene en mi locura
mientras elevo mis plegarias acariciando
el templo que guarda tu piel para mí
Amo el inexistente rigor de tu carne selenita
es su textura el yugo sensual que a ti me ata,
mis suspiros, hermosa hembra, aún no bastan
mis gemidos, princesa, tampoco acaban
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