jueves, 6 de enero de 2011

Dejemos

Dejemos que los dedos sean nuestros ojos, que hilvanen las palabras, estrellas dantescas, voces divinas, que sobre el papel descansen hasta que tus labios las lean.

Dejemos que sean nuestras manos quienes dancen juntas, dejemos que exploren senderos cárnicos y recorran, deslizándose, la humedad que supone la piel en celo.

Dejemos que sean nuestros ojos los faroles del destino, que lleven nuestra alma fuera y pueda volar sin tantear falsas rutas y llegar sin fallo al ser amado.

Dejemos que sea nuestra piel la que muerda el calor y se alimente de él, dejemos que juegue a cocinar los vientres y regar de placer hasta donde las sombras mueren.

Dejemos que sea el pasado quien hable, que nos calle, que nos duerma las penas y despierte las pasiones. Dejemos que sea el pasado el mástil de tu nao.

Dejemos que sean estas estrellas mojadas, estas aguas celestes, dejemos que sean las sábanas, dejemos que sea nuestro cariño, los que guíen nuestro presente, por siempre.

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Yeiko

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