No te dejes engañar por mi colorcito canela,
mis ojos negros, mi cabello castaño oscuro y el aire inca-yanomami residual que
tiene mi rostro. Yo soy gringo y para demostrártelo, hice una lista de cosas
por las que sí lo soy. Anímate a conocerlas, quién sabe de repente si debo
darte la bienvenida como un hermano a mi Yuesei imaginario
Me gustan las películas de matazón y acción,
el drama me aburre, y esa lloradera me fastidia, de verdad; y de las salas
existentes en el país, frecuento aquéllas cuyo imperio yace desde mucho tiempo
en otros países donde habitan más gringos como yo.
Tal vez no sea catire ojos azules como en las
películas que yo veo en estas cadenas de salas de cine, pero al sentarme y ver
los actores y las actrices, amarillitos como ellos mismos, algo dentro de mí me
dice qué estúpido eres, tú no eres así,
y la verdad no me veo reconfortado para nada, cuando bajo la mirada y noto en
mi regazo dos de las cosas que indudablemente me transforman en gringo: cotufas
y refresco.
Bien me puedo estar tripeando un majarete o un
dulce de coco en el cine, pero no. Prefiero que el aire acondicionado, las
paredes rojas o azules, los afiches de Jessica
Alba, Johnny Depp y Matrix
piensen por mí.
La boca se me hace agua sólo con imaginarme
una hamburguesa bien resuelta con lo que quiero. La comederas de arepa
fastidia.
Nada de raspado de tamarindo con leche
condesada, prefiero un McFlurry. Y nada de Chicha con canela; opto por una Coca
Cola Diet.
Prefiero los jeans y las franelas unicolores.
Me gusta el rock y la música alternativa.
Me sentí gringo cuando visité Elorza, y como
nueve de cada diez gringos viviendo en Venezuela, no sé que este pueblo queda
en el estado Apure.
Sueño con una mujer de tez clara, y me atraen
las catiras.
Sé que la ciudad Los Angeles (sin acento, por
favor) es la capital del estado de California, pero olvidé que fue una región
de México.
Por cierto, no uso tilde cuando escribo en
español palabras como admiracion, arbol
y Lopez. Y ya no escribo que, sino q’.
Quiero una casa de dos pisos, con piscina,
cable y carro.
No me gustan los canales de televisión
nacionales, porque lo que quiero ver es Scrubs,
The Simpson, Futurama y demás series gringas, porque al final de todo, soy
un gringo más.
Quiero un MP3,
un MP4, y sí hubiera una MP5 y aunque tampoco supiera cómo
funciona ni qué significa, también lo quisiera.
Digo ok
cuando estoy de acuerdo.
Prefiero comer Pretzels en un centro comercial que unas palmeritas en un parque.
Tengo una computadora en la que no me importa
sí los programas vienen en inglés, porque al rato me acostumbro con aquél
palabrero raro.
La mayoría de las canciones que tengo almacenadas
en MP3 en mi computadora son gringas,
por lo que soy otro gringo, sin visa, pero gringo al fin.
Le huyo a los indígenas. Los veo como gente
extraña. Bueno, no son gente para mí que soy gringo.
No grito Golpe,
Afuera o dentro del campo sino Strike,
Out e Infield, cuando veo, como
todo buen gringo, un partido de béisbol…perdón, Baseball
Un cuatro, unas maracas y un arpa me parecen
unas cosas de otro mundo.
Tomo Gatorade
cuando me enratono.
Me gustan las parrillas, pero jamás he ido a
comer en carne en vara.
Sé pronunciar correctamente sin saberlo más de
veinte palabras gringas como Television,
Living, DVD, CD, Laptop, Sketch, Foul, Magazine, Zoom, Nike, Sunday, Word,
Windows y Web.
Un regalo ideal en mi niñez no era un trompo o
un papagayo, sino un Nintendo americano
o un carrito a control remoto.
Tengo la estúpida idea de que América o Norteamérica
es todo los Estados Unidos. México y Canadá son invisibles en el mapa.
Bebo cervezas con mis panas.
Deseo tener un carro.
Tengo una frustración por tanto soñar tocar
batería.
Las películas nacionales me parecen todas
iguales, a pesar de que todas las películas de Disney también lo son, y a mi no me lo parezca.
Tengo amigas que veneran a Winny Pooh, Piolín y a las Chicas Superpoderosas, por lo tanto son
gringas, y tienen amigos gringos como yo.
Pero ellas al igual que yo, no elegimos ser
gringos, sino que la estupidez que nos rodea nos hizo serlo, nos quitó aquél
acervo cultural propio con el que debimos ser criados, debimos habernos criado
cantando joropo, haciendo alpargatas, pescando rayado y tejiendo atarrayas,
luciendo a Bolívar, Miranda y al Negro Primero como nuestros ídolos en lugar de
Jordan, Metallica o el célebre I♥NY en nuestras franelas playeras.