Serpentinas tiznadas de noche, son de carnavales borrosos y solos, son alegría postergada, una acéfala espera contínua y dispersa
Es el silencio ambrosía y fusta, como tal nutre, mas, en abuso, hiere
Agallas quisieron los hombres desde el pasado, una persiana en las orejas, un artefacto natural que disipara el ruido, bloqueara las voces insensatas y nos dejaran solos con nuestros pensamientos. Quizo la vida hacernos tanto mal que no hay sordos a voluntad